sábado, 21 de marzo de 2009

Pequeño....pero Matón.

Como dice la letra de una canción de José Luis Perales........!

Y quién es él.? A que dedica el tiempo libre.?

El es un minúsculo y siniestro personaje, y sus iniciales son: V.I.H.

Y en su tiempo libre, en los últimos 28 años se ha dedicado a matar a millones de personas y ha dejado a otros muchos millones, con graves problemas de salud, para el resto de sus días.

Como todos ya os habréis imaginado, este asesino en serie, ES.... ¡¡ EL SIDA !!

Aunque el conocimiento oficial del sida se dio a conocer a mediados del 1981, en nuestro país la mayor parte de la gente, no supo de su existencia hasta Julio del 1985, fecha en la que el popular actor de cine Rock Hudsón, declaró en público que era portador de esta enfermedad, la cuál a sido calificada como la peste de los años ochenta.

Para el año1986 ya existía algún caso en todas las comunidades autónomas, y el miedo al contagio

empezaba a ser preocupante. La gente infectada era rechazada por muchos, y en algunos colegios algunos alumnos fueron expulsados, por ser portadores de anticuerpos contra la enfermedad.

Esta psicosis colectiva fue en aumento, hasta el punto de creer que solo por tocar a un infectado, se podía provocar el contagio.

Pues bien... cuando más calentita estaba la cosa, me veo involucrado en el tema, y no por encontrarme dentro de los grupos de riesgo ( homosexuales, hemofílicos, drogacidtos, etc. ) si no....¡ por ser Bombero! ! por ser buceador ! ¡ por tener guardia ese día ! Y porque un maldito hijo de su madre, después de pegarle una paliza a su novia, la coje y la tira a la Ría.

Salimos del Parque, y cuando llegamos allí, nos indican donde han visto desaparecer el cuerpo de la joven. Por no perder tiempo en ponerme el equipo,ya que es urgente la intervención si queremos sacarla con vida, me lanzo al agua y después de dos zambullidas a pulmón, localizo el cuerpo de la chica en el fondo y la saco a la superficie. Una rápida mirada a la pupila de la joven me confirma que se encuentra ya sin vida ( dilatación completa de la pupila – Midriasis- ).Pero por si acaso y para que la familia que se encuentra allí presente, vea que hacemos todo lo posible por recuperarla, le practico la respiración boca a boca y el masaje cardiaco durante unos minutos, hasta que el médico que ha llegado con la ambulancia, confirma su muerte.


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Esta hubiera sido una intervención más, como otra cualquiera, si no fuera porque 14 días después, se recibe en el Parque, esta carta del Instituto Anatómico Forense de Bilbao.


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Cuando me llaman y me comunican la noticia, me quedo de piedra. Por mi mente empiezan a pasar negros pensamientos. Contagio....enfermedad .... muerte.

Aún recuerdo el sabor a sangre en mi boca mientras hice la respiración artificial a la desdichada joven.

¿ Me habré contagiado ? ¿ Pasaré a formar parte de esa lista fatal, que crece rápidamente día a día ? No quiero ni pensarlo, ya empezaré a preocuparme cuando me hagan las pruebas dentro de 4 meses. Por el momento tendré que poner los medios que los médicos me digan para evitar contagiar a los que tienen que convivir conmigo.

Aunque a mi me hubiera gustado que la gente no se enterara de nada, las noticias se filtran con facilidad, así que al cabo de unos días, esa noticia se encontraba en las páginas de los periódicos de medio país.


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Y una vez enterado todo el mundo... a soportar lo que te viene encima. Bromas de los compañeros que te dicen, ¡ oye, no te acerques que me lo pegas ! (Algunos seguramente, no lo decían en bromas.)

Los vecinos procuraban no cruzarse conmigo en la escalera. Incluso se corrió el rumor de que me habían ingresado en un hospital, al no verme por el barrio, ya que me había ausentado de Bilbao durante unos días.

Pasados cuatro meses, me han hecho los análisis pertinentes, y se ha comprobado que no existe ninguna clase de contagio, por lo tanto el que se ríe ahora de todo el mundo, soy yo, y les digo: Yo sé que no tengo nada, cosa que vosotros no lo sabréis hasta que no os realicen las mismas pruebas que a mí.

lunes, 23 de febrero de 2009

Vasos comunicantes II

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2ª - Prepararos, que a las 9 tenéis que salir. Me dice al entrar a la guardia mi compañero Urquijo.

    -¿ Que ha pasado?

    -Le pregunto.

    -Ayer a última hora nos llamaron de la empresa Firestone, (ubicada en Usansolo) pues tenían la sospecha de que uno de sus empleados, podría haberse caído al río Ibaizabal.

    Fuimos, y estuvimos buceando durante 1 hora en la zona del río que se encuentra dentro del recinto de la fábrica, y como se hacia de noche se nos pidió abandonar la búsqueda, para reanudarla al día siguiente. Así que en cualquier momento os llamaran para que volváis allí.

    -Me contesta.

    Ese día los buceadores que entramos de guardia somos: Francisco López ( Paco ), Agustín Marcos y Yo.

    Preparamos los equipos necesarios, y los cargamos en el vehículo destinado para esta clase de intervenciones.

    A las 8,50 h. nos dan la salida, y se decide que vayamos Agustín Marcos y yo, quedándose Paco

    de prevención en el Parque por si hubiera alguna salida más.

    Cuando llegamos a la fábrica, nos encontramos con los miembros de Protección Civil, que durante parte de la noche habían estado junto con algunos de los familiares de la supuesta víctima, rastreando las orillas del río, por si daban con el cuerpo sujeto en alguna rama.

    Los compañeros del desaparecido nos cuentan que se trata de un hombre de unos 45 años, soltero, y un poco extraño, que vive con una hermana, y piensan por su manera de ser y la forma de comportarse en los últimos días, que seguramente se haya suicidado.

    Nos llevan al lugar donde supuestamente a desaparecido, pues es donde encontraron el carretillo que llevaba la última vez que lo vieron.

    Nos ponemos los equipos y comenzamos la búsqueda .

    Estamos durante unos treinta minutos mirando en la zona donde se supone que ha desaparecido, y al no encontrar nada, decidimos seguir rastreando el río hasta una presa que se encuentra unos seiscientos metros más abajo.

    Al mismo tiempo nuestros compañeros, Calzado y Martín de Jesús, nos apoyan con una embarcación durante el trayecto.

    Después de una hora de búsqueda en los posibles sitios donde pudiera hayarse el cadáver, llegamos a la presa con poca reserva de aire, por lo que salimos del agua con idea de cambiarnos de equipos.

    Una vez fuera, miramos la presa para comprobar si se trata, de una presa de contención cerrada o con aliviaderos ( cerrada es cuando todo el agua pasa por encima de la presa, y con aliviaderos, cuando para evitar que toda la presión del agua actue sobre ella, se ha realizado en su construcción, unas aberturas o ventanas en su paramento, para que pase el agua y se alivie la presión.) Tras la cortina de agua que saltaba por encima de la presa, no observamos ningún chorro de salida, que pudiera darnos a entender que existieran aliviaderos.

    Como solo nos quedaba de mirar el fondo a lo largo de la presa, y yo ya me había colocado el equipo, le digo al compañero:

    - Agustín! Ya hago yo el rastreo de la presa. No hace falta que tú te metas.

    Me sumerjo en el agua y bajo pegado al paramento.

    Una vez en el fondo, comienzo la búsqueda.

    No se ve nada. La visibilidad es nula. Hay una profundidad aproximada de 8 metros y unos 50 centímetros de fango.

    Voy tocando la pared con la mano izquierda para tener referencia, y con la derecha toco el fondo con la esperanza de encontrar el cadáver.

    Cuando he recorrido unos metros, me encuentro con un montón de ramas que me impide seguir; por lo que tengo que ascender, superar el montículo de ramas, volver a bajar, y seguir rastreando.

    Después de haber rebasado la mitad de la presa, vuelvo a encontrarme con otro montón de ramas, y decido hacer lo mismo que hice anteriormente. Pero cuando estoy ascendiendo noto que una corriente me absorbe. Intento separarme, pero al girarme ,quedo atrapado por los pies.

    Noto que tengo medio cuerpo introducido en un agujero lleno de ramas.

    ¡ Vaya por Dios ! ¡ Ya me ha vuelto a pasar lo mismo !

    Lo sucedido en el Consorcio de Aguas me viene a la mente.

    Pero esta vez me encuentro con un equipo respiratorio, que me dará más tiempo para reaccionar.

    ¡ Respira hondo, tranquilizate, piensa bien lo que tienes que hacer ! Y ¡¡ hazlo !! Esta es una regla de oro, a seguir en cualquier profesión de riesgo.

    Sé por la presión que noto, que no puedo salir del agujero, si no es dejándome tragar por él, y saliendo por el otro lado de la presa.

    ¿ Será lo suficientemente amplio el agujero, como para pasar por él ?

    Por si acaso, sin retirarme el regulador de la boca, me quito la botella de aire y la dejo a un costado. ¡ Tengo que reducir mi volumen lo más posible para poder pasar, y no quedarme atrapado !

    Agarro las ramas que me envuelven por todos los lados,y tiro de ellas. Según voy retirándolas de una en una, noto como mi cuerpo se va introduciendo poco a poco en esta especie de agujero negro, que todo lo traga. ¡ y de repente ! ¡ zaaass... !

    Salgo por el otro lado de la presa, dentro de una corriente de agua que me envuelve, cayendo desde unos tres metros, (que es donde se encuentra la salida del aliviadero), para volver a sumergirme en las frías y sucias aguas del río.

    Debido a la altura y la fuerza del chorro de agua, al caer, pego con los pies en el fondo del río.

    Al salir a superficie les grito a los compañeros, que se encuentran con la embarcación en la parte superior de la presa.

    ¡¡ Que no se meta Agustín !! que no se meta !!

    ¡ Ya se ha metido ! .- Me contestan.

    Salgo del agua a todo correr, y subo a la parte alta de la presa. Aunque el agua salta por encima, se puede caminar por ella.

    Me acerco donde se encuentra la embarcación.

    ¡ Calzado! ¿ Donde está Agustín ?

    ¡ aquí hemos dejado de ver las burbujas de aire ! ¡ donde dejamos de ver las tuyas.!

    Mi primera intención, es tirarme allí mismo a buscarle. Pero los compañeros no me dejan, ya que seria suicida hacerlo, sin el equipo necesario para realizar el rescate.

    Un montón de ramas, asomaban en el lugar que me indicaron.

    Empezamos a tirar de ellas, notando que además de las que quitamos, otras salen por la abertura del aliviadero que da al otro lado de la presa.

    ¡ Si las ramas salen por el otro lado, el agujero tiene que estar libre! Por lo tanto, ¿ Donde está Agustín ? ¿ habrá pasado al otro lado ?

    Si es así, ¿ porque no le vemos ?

    Quizás a pasado el aliviadero de cabeza, y al caer se ha golpeado en el fondo del río y a perdido el conocimiento, quedando a merced de la corriente.

    Sin pensarlo, me lanzo al agua desde lo alto de la presa, y me dejo llevar por la corriente del fondo, esperando hacer el mismo recorrido que haría un cuerpo inerte.

    ¡ Nada ! Hago varias zambullidas más a pulmón, y viendo que de esta manera no hay nada que hacer, me dispongo a ponerme un equipo para continuar la búsqueda.

    Ya se ha dado la voz de alarma y al poco tiempo comienzan a llegar otros buceadores del Parque de Bomberos, y de Protección Civil.

    Mientras se rastrea sistemáticamente la zona del río donde se supone que puede estar nuestro compañero Agustín, yo, junto con unos miembros de Cruz Roja, preparamos una mochila llena de ropa ,dándole el volumen aproximado de una persona, con el fin de hacerla pasar por el agujero que nos tragó y de esta manera descartar, el que pudiera seguir aprisionado en él.

    Para ello atamos la mochila a una cuerda de montaña que hemos sujetado a un árbol,y la lanzamos al agua desde lo alto de la presa a la altura del aliviadero. Como al momento sale por el otro lado, damos por supuesto que el cuerpo no se encuentra dentro.

    ¡ Hay que seguir rastreando el río!

    Pero de repente, tengo una duda. ¿ Habrá más de un agujero ?

    Es posible que debajo del agujero por el que ha pasado la mochila, haya otro agujero más.

    ¿ Como podemos comprobarlo ?

    Todo lo que tiramos es tragado rápidamente, por la primera abertura que se encuentra.

    ¡ Ya está ! ¡ Se me ha ocurrido una idea !

    Cojo una piedra lo suficientemente pesada para que tirándole al agua sea capaz de llegar al fondo, le ato una cuerda de un metro, y al otro extremo un trozo de poriespan, que al no tener apenas densidad, servirá de vela para arrastrar la piedra.

    La lanzo, y miro al otro lado de la presa. Entre la cortina de agua que pasa por encima, vemos un bulto negro, y seguidamente una cosa blanca,( el poriespan ).

    Mi hermano Javi, que se encuentra también en lo alto de la presa se lanza,y ayudado por Urquijo, sacan del agua ese bulto negro. ¡¡ Se trata del cuerpo de nuestro compañero Agustín!!.

    Han pasado más de tres horas desde que desapareció.

    ¿ Cuanto tiempo habrá estado luchando para salir de ese maldito agujero ?

    ¡No quiero ni pensarlo!. Yo tarde unos minutos, y se me hicieron horas.

    Agustín Marcos, de 32 años de edad, ( al que todos le llamábamos cariñosamente “ El Suave “)perdió la vida en Acto de Servicio, dejando viuda y dos hijos. Descanse en Paz.

    Agustín! Tus compañeros siempre te recordaremos con cariño.

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lunes, 9 de febrero de 2009

Vasos comunicantes.I

Esta dichosa ley hidrostática, según la cual : una masa liquida, tiene el mismo nivel en todos los puntos; a estado a punto de acabar conmigo en dos ocasiones.

DCF 1.0

1ª- El Consorcio de Aguas del Gran Bilbao, necesita hacer una modificación en sus instalaciones, y nos contratan para llevarlas a cabo, a Leandro Guerricaechebarria y a mi. Esta obra consiste en ampliar un paso de comunicación entre dos depósitos, con el fin de que cuando el agua pase, no exista entre ellos una diferencia de nivel, ya que la entrada al primer depósito, y la salida del segundo, son superior al paso de comunicación entre ellos, por lo que se origina entre ambos, dicha diferencia de nivel, y por lo tanto una diferencia de presiones.

El paso que tenemos que ampliar, se encuentra a unos 4 m. de profundidad, y para poder hacer una revisión sin que nos afecte la diferencia de presión, nos cierran la compuerta de salida, para que se nivele el agua en los dos depósitos. Me sumerjo con un equipo respiratorio,y hago las mediciones necesarias y el replanteamiento, para la realización del trabajo que haremos al día siguiente. Entre el material que usaremos ( martillos neumáticos, mazas,barra de uñas, bolsas para el desalojo del escombro,etc.etc..) pensamos poner una rejilla que cubra el paso de comunicación, para que nos sirva de apoyo y facilitar el trabajo; así que nos dirigimos a por ella, a una dependencia apartada del lugar donde se realizará el trabajo.

Mientras nosotros transportamos la rejilla, el encargado de cerrar la compuerta, al ver que no estamos, la abre de nuevo sin que nos percatemos de ello.

Llegamos, dejamos deslizar la rejilla por la pared hasta el fondo, y al comprobar que queda ligeramente inclinada, decidimos sujetarla con una cuerda por su parte superior, a la barandilla que está en superficie. Para ello hay que sumergirse hasta 4 metros de profundidad, atar la cuerda a la rejilla, y salir para fijarla a la barandilla. Como para hacer esta maniobra no se requiere mucho tiempo, decido hacerla a pulmón libre.

Mientras Leandro se dirige a la oficina para hablar con el ingeniero, me pongo las gafas de buceo, agarro una punta de la cuerda y me lanzo al agua.

¡¡¡ Dioooss.....!!! Una enorme fuerza invisible me lanza brutalmente contra la rejilla, y me quedo pegado a ella.

Como el suelo es ligeramente curvo, la rejilla se apoya en el fondo solo en sus dos extremos inferiores, quedando en el centro una abertura, en la que mis dos pies se introducen,y quedan aferrados como si me hubieran puesto unos grilletes en ellos.

La parte superior de la rejilla, me llega a la altura de los hombros. El paso o abertura entre depósitos unos veinte centímetros más abajo, por lo que quedo sujeto por el abdomen y las piernas, debido a la presión del agua que intenta pasar de un depósito a otro. Esta presión es tremenda, ya que el dolor que siento en los pies es insoportable.

Intento despegarme como puedo, empujando con todas mis fuerzas contra la pared; ¡ pero nada ! ¡ es imposible ! Necesitaría la fuerza de tres hombres por lo menos.

El agua es cristalina y fría.

Miro hacia arriba intentando ver a alguien, que se haya dado cuenta de lo que esta pasando.

¡ Pero no hay nadie ! ¡ Estoy solo ! Y si no aparece alguien pronto ¡¡moriré ahogado!.

¿ Cuanto tiempo me queda ? Se que puedo resistir hasta unos tres minutos y medio sin respirar. ¡Pero eso es en reposo ! Y yo he estado gastando energía mientras intentaba liberarme.

Imágenes de mi vida comienzan a pasar por delante de mis ojos con gran rapidez. Estoy resignado a terminar mis días de esta manera tan absurda.

¡Peroooo....! ¡Por qué!

Yo siempre he luchado desde que era un crío para salir a delante,en infinidad de ocasiones.

Y ahora. ¿Voy a rendirme sin hacer nada ?

¡ NO ! Tengo que salir de aquí.

Tengo una familia que me está esperando, y una vida que todavía no he vivido.

Me aferro fuertemente con las dos manos a la parte superior de la rejilla,y empiezo a tirar desesperadamente, con toda la parte de mi cuerpo que no se encuentra aprisionada a ella.

¡ Tiro, tiro y tiro ! Y de repente.... vuelca la rejilla hacia atrás, y yo salgo absorbido con fuerza hasta el depósito contiguo.

Busco la superficie, con un ansia incontenible de respirar, y cuando llego a ella, parece que quiero

tragarme todo el aire contenido en la atmósfera.

Del tremendo esfuerzo que he tenido que hacer, se me comienza a nublar la vista, y noto que voy a perder el conocimiento.

¡SOCORROOO... ! Grito y ..................

Cuando recobro la conciencia, me encuentro tumbado en el suelo y varias personas a mi alrededor, entre ellas Leandro, que al oirme gritar pidiendo socorro, me había sacado de allí antes de que la corriente me arrastrara hasta la compuerta, por la que si hubiera llegado, habría desaparecido por las tuberías de conducción de agua.

Al quitarme el traje de buceo, se nota la rejilla marcada en mi cuerpo como si me la hubieran tatuado. Mis tobillos tardaran en curar debido a los esguinces que se han producido en ellos.

domingo, 18 de enero de 2009

Salvados

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4,30 de la mañana! Una casa de 3 plantas deshabitada en Santurce, comienza a arder por causas que se desconocen. Debido a la distancia que nos separa del lugar del siniestro ( 15 Km ), cuando llegamos, las proporciones del incendio han crecido considerablemente. ¡ Las llamas salen por varias ventanas del primer piso !. Mientras preparamos la instalación de mangueras para la sofocación del fuego, oímos unos gritos desesperados de socorro, que provienen del tercer piso; cuando miramos hacia arriba ,vemos a un niño en uno de los balcones, apenas visible por el humo que sube por la fachada. Rápidamente intentamos subir con equipos respiratorios, ¡ pero es imposible ! El incendio a comenzado en la caja de escalera, y parte de ella ha sido devorada por el fuego. Ante la imposibilidad de colocar la auto-escalera debido al mal acceso que hay hasta la casa, cojo una escalera de ganchos y comienzo a subir por otra escalera que hemos colocado en la fachada hasta el primer piso, después engancho mi escalera al balcón del segundo piso, y subo hasta él; vuelvo a realizar la misma maniobra del segundo al tercero, y de esta manera llego hasta el niño,que me grita ¡ Mi padre.. mi padre !

¿ Donde está tu padre ? Le contesto..

¡ Allí ! ¡ En aquella habitación ! Me dice, señalando al otro lado de un pasillo enormemente iluminado, por las llamas que ya avanzan sobre él.

Mientras pido ayuda para que suba algún bombero más, le ato al niño mi cuerda de socorro ( que siempre llevamos sujeta al cinto ) improvisando un arnés, le descuelgo por la fachada hasta que le recogen mis compañeros que ya se encuentran en el balcón del segundo piso. Yo sin pensarlo dos veces atravieso el pasillo, y entro en la habitación donde se encuentra el padre del muchacho; un individuo de unos 40 años. Está durmiendo en un viejo colchón en el suelo y completamente “borracho”. Intento despertarle, pero ¡ como si nada ! Sin tiempo que perder, le agarro de los pies arrastrándole hasta el balcón, después de cruzar un infierno de fuego que es en lo que se ha convertido el pasillo, que se encuentra lleno de enseres viejos, y un montón de basura maloliente, que arde como la pólvora alimentada por la corriente de aire que entra por todos los sitios, ya que el edificio entero, carece de cristales en todas sus ventanas. El calor es tan tremendo, que me produce quemaduras en las zonas no protegidas por la ropa. ( orejas, cara y parte del cuello ) En ese momento, mis compañeros consiguen llegar con la instalación de agua, hasta el balcón donde nos encontramos y de esa manera podemos frenar, a ese Monstruo que todo lo devora a su paso, y que ha estado a punto de acabar con nosotros.

Cuando el incendio se encuentra por fin controlado, bajamos por la fachada, pues las escaleras de la casa ya no existen al haber sido destruida por el fuego. El indigente es trasladado al Hospital, y el niño de 6 años de edad, queda a la custodia de la Protección de Menores de la Diputación de Vizcaya. Yo recibo del Ayuntamiento de Bilbao, una felicitación especial por mi actuación y queda reflejada en mi hoja de servicio.

Actuaciones como estas, son las que refuerzan mi vocación de Bombero, porque salvar una vida, aunque hayas tenido que arriesgar la tuya, es una de las mayores satisfacciones que puede experimentar un ser humano.

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jueves, 1 de enero de 2009

El Resplandor

 


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Son aproximadamente las 3 de la mañana, cuando suenan los timbres en el Parque de Bomberos. Se nos comunica por megafonía que un tren de mercancías con destino a Orduña está ardiendo. Salimos ¡ echando leches! con los tres vehículos habituales para esta clase de intervenciones. Entre los pueblos de Arrigorriaga y Miravalles, divisamos un gran resplandor en la oscuridad de la noche. Ya en el lugar del siniestro, comprobamos que se trata de la máquina del comboy, que arde como si se tratara de una de las fallas Valencianas; actuamos con rapidez desplegando unas escaleras extensibles de aluminio, para salvar los metros de desnivel que nos separan de la vía férrea, ascendemos por ellas y al llegar a la altura del tren, vemos que no se encuentra a nadie en las inmediaciones, cosa que nos asombra, ya que normalmente siempre hay alguien cuando acudimos a un siniestro ( policía, empleados de renfe etc..). extendemos las mangueras, y comenzamos la extinción; cuando el fuego se encuentra controlado,vemos aparecer detrás de un montículo a un grupo de personas ( dos guardia civiles, los maquinistas del tren y gente de lo alrededores ) que acercándose a nosotros, nos comentan que se habían retirado hasta una cierta distancia, porque en el vagón cercano a la máquina, que es la que estaba ardiendo,había mas de una tonelada de TNT ( dinamita ) ¡ Vaya gracia si llega haber estallado.!
Después de recoger todo el material de extinción, cuando se está recogiendo las escaleras extensibles, me percato que los compañeros que están realizando la maniobra, sin darse cuenta van a colisionar con una línea de alta tensión,que apenas es visible debido a la oscuridad; ¡ Parar ! les grito; mientras me lanzo desde unos cuatro metros de distancia, y golpeando la escalera en su parte baja, consigo desplazarla en su base lo suficiente, para que no quede apoyada contra el tendido eléctrico, pero no puedo evitar que al pasar a una cierta distancia de los cables, se produzca un “arco voltaico”.
¡ No puedo respirar... ! ¡ noto como mi cuerpo da botes en el suelo sin que pueda evitarlo... ! ¡ lo único que ven mis ojos, es un Resplandor inmenso de luz que me asusta... ! ¿ será esa luz la que ven, algunas personas que han estado al borde de la Muerte? Todos estos pensamientos pasan por mi mente en décimas de segundo, y estoy convencido, que esto es lo que siente el que muere electrocutado.
¡ Pero...si estoy muerto ! ¿ Porqué mi cuerpo sigue botando en el suelo? ¿ Porqué soy consciente,que no puedo respirar y que sigo sin ver nada ? ¡ Pero lo que es más importante !
¿ Porqué oigo como alguien me llama, gritando mi nombre? ¡ Porque¡¡ Gracias a Dios, sigo VIVO !! Poco a poco recupero la respiración, y empiezo a ver las caras de mis compañeros que me están levantado del suelo; ¡ yo todavía tengo medio cuerpo que no puedo mover.! En esos momentos me acuerdo de los compañeros también afectados por la descarga y veo como a Víctor Abásolo le están practicando la respiración artificial y a Florentino Esteban le atienden de una hemorragia cráneo-encefálica, producida por el impacto contra el suelo al caer.
Durante el traslado que nos hacen en ambulancia , tenemos que realizar la respiración artificial dos veces, al compañero Abasolo, pues va muy mal y es incapaz de respirar por si solo.
Al llegar al Hospital , nos curan de quemaduras de segundo y tercer grado en las manos y en las planta de los pies quedando ingresados en observación hasta el día siguiente. A Víctor Abasolo después de permanecer mas de un mes ingresado le dieron la incapacidad para el trabajo de bombero, por quedarle secuelas que le afectan al sistema cardiaco.

Este es uno de mis primeros accidentes, que me ha dejado alguna cicatriz, y mi primer mes de baja en el trabajo.

sábado, 20 de diciembre de 2008

POR TIERRA, MAR Y AIRE:

En este blog quiero narraros, experiencias que he vivido, a lo largo de 37 años de mi vida; que van desde que ingresé en el Cuerpo de Bomberos de Bilbao, como Bombero Buceador el 1 de diciembre de 1971 , hasta el dia que me he Jubilado el dia 11 de abril de 2008.
Estas experiencias, pertenecen tanto a mi vida profesional como a la privada, y quiero haceros participes de ellas, para que nos entretengamos, ( yo mientras las escribo y vosotros cuando las leeis.)
Como veis en el titulo de la introducción, mi profesión de bombero, como la práctica de mis aficiones favoritas (buceo, espeleobuceo, parapente, paramotor, cicloturismo, montañismo,
esqui, barranquismo y en general toda clase de deportes de riesgo), han hecho que me sucedan, lo mismo en tierra, como en el aire o en el agua, toda clase de situaciones. ( buenas, malas, de riesgo etc.etc. ).
Así que según vaya confeccionando las narraciones, las iré publicando en el Blog para que las leais.

Miguel.